Increíble mundial, somos CAMPEONES DEL MUNDO POR EQUIPOS después de cerrar dos fantásticas mangas: terceros en la manga del Jumping a solo 1,19 segundos del equipo alemán y a tan solo 0,68 segundos del equipo ruso, y primeros en la manga del Agility.
Fue mi segundo Mundial con Crak y lo disfruté muchísimo, con muchísima ilusión. El nivel del Agility en España cada vez es mayor y conseguir una clasificación para estar en estas citas es una gran recompensa al trabajo y te hace saborearlo sorbo a sorbo, con el pensamiento de no saber si volverás a vivirlo. Hemos disfrutado como enanos, el gran trabajo de equipo que se lleva realizando en los últimos años da sus frutos y el compañerismo y la unión entre los integrantes de la selección española, comandados por su capitana Berit Kittel, es una pasada y te sientes muy afortunado por vivirlo. Vivir un Mundial es algo único y, aunque llevo unos cuantos, cada vez soy capaz de apreciarlo más y disfrutarlo como se merece.
Afrontamos las jornadas de equipos con la ilusión y nervios de la responsabilidad de hacer un buen papel, a priori llevamos un gran equipo y las expectativas de hacer algo bonito y volver a pisar el pódium en lo más alto, están ahí. Los compañeros hacen unos recorridos espectaculares, y al terminar la jornada de jumping nos hemos colocado en un increíble 3º puesto con muy buenas sensaciones; sabemos que el domingo tenemos las opciones en todo lo alto para intentarlo. Cuando llega el domingo, los nervios están a flor de piel, estamos ahí, podemos hacerlo y aunque la responsabilidad es mucha, la confianza en el equipo también. Poco a poco se va desarrollando la competición y llega nuestro momento, el día por el que tanto hemos luchado y nos ilusiona de sobremanera. Tenemos una actuación increíble, con suspense y algo de nervios pero afortunadamente todo sale bien: nos hemos colocado primeros de la manga. Solo nos queda esperar, ver que hacen los dos que tenemos por encima, la gran Alemania y el equipo de Rusia. Atónitos vemos al equipo alemán realizar buenos recorridos, y sin tiempo a pensarlo, llega la noticia: los hemos superado en tiempos y ¡¡somos Campeones del Mundo por equipos!! ¿Os podéis imaginar nuestra gran alegría y satisfacción? Yo no podía creerlo, otra vez Campeones y con otro perro diferente, estallamos de alegría y felicidad con todos los compañeros y la afición. Fue verdaderamente increíble.
Me quedo con un detalle dentro de toda esta algarabía y felicidad, esa mirada cómplice y llorosa con mi compañero Jonathan Guillén, una mirada que hablaba sola: “otra vez amigo, lo hemos logrado otra vez”, y que demostraban el cariño, la felicidad y el recuerdo a nuestros antiguos compañeros que nos hicieron vivirlo por primera vez en el 2011.
El resto de Campeonato ya desde la grada, disfrutando y ayudando al resto de compañeros que todavía estaban en competición. Fue hermoso y me sentí muy muy orgulloso del trabajo realizado y de ver y participar de la gran evolución de nuestro Agility.
